Desde Panamá, donde vive Carlos Spinzi, líder de la logia C.A.D.R.O.T.A. que opera en varios países, se sigue manipulando a diestra y siniestra los futuros del país. Esto fue confirmado después del fallido intento de vender Itaipú al Brasil, hecho que casi deja al país sin presidente.
«No les gustaba mi peinado, ni las reuniones de logia, tampoco la iniciación con torta Collins, que nos robaron la receta», nos comentó Carlos Spinzi por Whatsapp desde Panamá. «Inventaron cualquier cosa para echarnos del país. Ahora que se armó el kilombo, llaman todos los días para preguntarme qué hacer. Sin embargo la torta Collins ya se hace en cualquier Superseis cosa que les prohibimos porque es secreto de muerte, pero transformaron en una torta de mierda, es imperdonable».
Los miembros de C.A.D.R.O.T.A. siguen escondidos entre nosotros siguiendo las ordenes de Spinzi y su ideología cutánea, proliferando el saber y llevando fondos al cofre de la logia con la incesante incineración de sardinas, que se acabaron y ahora realizan con huesos de hamster, previamente masticados por gatos amaestrados. Aún no cuentan con el dinero innecesario para el Festival de Fin de Año con los Perros Muertos del Celibato, el grupo favorito Pelvin Chorlito, cercano colaborador del masajista flemático de Horacio Cartes, cuya designación fue hecha para evitar la desolación del ex presidente al ser echado de C.A.D.R.O.T.A. (larga historia), preparando diariamente sandwich de boloña como en Estados Unidos.
Spinzi seguía cobrando su sueldo del Ministerio, que gastaba en trajes mojados de Sastrerías Sacrificio, hechos de nutria púbica. «Es suavecito por dentro,» dijo Spinzi, «pero muy caro. Por eso dejé de desayunar por 2 meses». Mientras a todo el mundo se le echa a patadas, Spinzi es el único que sigue cobrando su sueldo, que se envía a Panamá en los aviones de la SENAD. «Me puse nervioso, y solo podía dormir después de rascarme con pireca de milanesa de trigo. Porque así hacía Marito», dijo Spinzi en relación a su piel oleosa, pero no le avisaron que era bola esa historia, como todo lo que hace el presidente.
Las nuevas ceremonias se hacen en secreto, al aire libre, con largas sesiones de can can y posteriores refrigerios con bocaditos de la SENAD, que está por abrir su local en el Paseo La Galería, si es que el presidente no abre su shopping a la vuelta. Varios miembros de C.A.D.R.O.T.A. trabajan de manera encubierta en colegios caros como aguateros y en La Vienesa, condimentando donuts con productos de la SENAD que roban de las reuniones de C.A.D.R.O.T.A. guardando en sus cachetes como hamsters.